Celos

Todos hemos sentido celos alguna vez en alguna situación, ya sea con nuestra pareja, algún familiar o cualquier otra persona.

Esto no deja de ser algo puntual, inherente a la condición humana. Sin embargo, cuando los celos afectan a nuestro funcionamiento normal, porque se extienden a muchas de las situaciones cotidianas, se focalizan en una persona (por ejemplo la pareja) y sentimos desconfianza, miedo a perderla y la necesidad de controlar sus actos, estamos ante lo que se conoce como celos patológicos que, prolongados en el tiempo, pueden agravarse con violencia verbal y física. Esto no solo produce sufrimiento para el que lo padece sino para quien lo sufre, generando un deterioro en la relación que puede llegar a ser irreversible.