Control de impulsos

Cuando una persona tiene dificultades para controlar sus deseos o tentaciones, suele llevar a cabo conductas perjudiciales para ella misma o para los demás. Ejemplos de problemas del control de impulsos son la cleptomanía, la ludopatía, conductas relacionadas con el sexo como masturbarse de manera compulsiva, explosiones de ira…

Mediante diversas técnicas se consigue aumentar la conciencia de peligro hacia sí mismo y los demás así como a controlar la impulsividad que lleva a cometer esos actos.