Duelos

Las pérdidas, como por ejemplo la muerte de un ser querido, o la ruptura de la pareja, producen un estado emocional de tristeza y apatía que, aunque en los primeros momentos es normal, alargado en el tiempo puede acabar provocando una depresión.

Desde que se produce una de esas situaciones se puede trabajar para favorecer la mejoría, comprendiendo las causas del dolor, aprendiendo a manejar nuestro estado de ánimo y aceptando la situación como parte de un proceso natural.