Las habilidades sociales son las herramientas que nos permiten relacionarnos con los demás y disfrutar de esas experiencias. Algunos ejemplos son: conocer gente, iniciar una conversación, aceptar críticas, hablar en público, recibir halagos o cumplidos…

Cuando carecemos de esas habilidades, las relaciones sociales nos suponen un problema, nos generan malestar, incomodidad, ansiedad y no somos capaces de disfrutarlas.

Pero se puede aprender a desarrollarlas y a ponerlas en práctica con la gente que nos rodea hasta que estén tan automatizadas que se puedan hacer extensibles sin esfuerzo a cualquier persona de cualquier ámbito.