Áreas de Intervenvición

Infantil y Juvenil

«Ayúdame a hacerlo por mí mismo». María Montessori.

terapia enfoque en niños

¿Qué es la terapia infantil y juvenil?

La terapia infantil y juvenil es un enfoque terapéutico diseñado específicamente para abordar las necesidades únicas de los niños y adolescentes. A través de técnicas y métodos adaptados a su edad y nivel de desarrollo, se busca proporcionar un espacio seguro donde puedan expresar sus emociones, explorar sus pensamientos y aprender habilidades para enfrentar los desafíos de la vida.

Mi metodología de trabajo

En mi práctica, adopto un enfoque integrador que combina técnicas de diversas corrientes terapéuticas, como la terapia cognitivo conductual, la terapia de juego, la terapia narrativa y la terapia familiar. Adaptando las intervenciones según las necesidades individuales de cada niño o adolescente, reconociendo la importancia de su contexto familiar y social en su bienestar emocional.

metodologia trabajo

¿Cuándo considerar la terapia infantil y juvenil?

La terapia infantil y juvenil puede ser beneficiosa en una gran variedad de situaciones, como:

  • Celos
  • Alteraciones del sueño
  • Enuresis y encopresis
  • Trastornos de alimentación
  • Control de impulsos
  • Habilidades sociales
  • Acoso escolar (bullying)
  • Problemas de relación con figuras de autoridad
  • Trastorno obsesivo compulsivo
  • Déficit de atención e hiperactividad
  • Fobias
  • Estrés
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Experiencias traumáticas o eventos estresantes como divorcio, pérdidas o mudanzas
  • Dificultades en el rendimiento académico.

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psicologia madrid

Opinan de mi

Las sesiones tienen una duración de entre 50 minutos y una hora. Y pueden ser presenciales u online, según las circunstancias o preferencias de cada persona y las características de la intervención.

Las primeras sesiones están dedicadas a recopilar información sobre el paciente con el fin de conocerle y entender el motivo de consulta. Es posible que el psicólogo solicite pruebas adicionales como test o autorregistros con la finalidad de ampliar la información sobre el paciente y así poder diseñar la intervención que mejor se adapte a sus necesidades.

La práctica clínica ha demostrado que para que la terapia sea efectiva y los resultados sean progresivos, en ciertos casos lo adecuado es planificar una sesión semanal. De esta forma, el trabajo es más seguido y constante y favorece que los resultados sean más rápidos. Según el grado de avance y la mejoría del paciente, las sesiones se pueden ir espaciando.

No obstante, la frecuencia siempre la decide el paciente, según sus deseos y posibilidades.

Si, el código deontológico del psicólogo le obliga a guardar secreto profesional. No puede comunicar datos a terceros sin el consentimiento previo del interesado y, además, esos datos deben ser tratados de conformidad con la normativa vigente en materia de protección de datos de carácter personal.
Únicamente, en el caso de los menores de edad, se requerirá el consentimiento de los padres para iniciar el tratamiento.

Lo primero que debemos tener claro es que solo contaremos lo que queramos contar. Lo segundo que debemos tener claro es que el psicólogo no juzga. El psicólogo obtiene información, comprende a la persona que tiene delante y trabaja conjuntamente con ella para conseguir sus objetivos y alcanzar su bienestar emocional.

Es cierto que cuanta más información obtenga el psicólogo, más fácil será comprender al paciente y entender su contexto vital. De esta forma, será más rápido el proceso de intervención. Pero también sabemos que, al igual que hay personas a las que le resulta fácil hablar de sí mismas, otras necesitan tiempo para que se establezca el vínculo terapeuta y paciente que les ayude a sentir confianza.

A lo largo de horas y horas de práctica los psicólogos hemos podido comprobar que, ambas modalidades (presencial y online) son igualmente eficaces, salvo en casos excepcionales debido a problemas concretos o sesiones en las que se vaya a llevar a cabo alguna técnica en particular que haga necesario hacerlo de modo presencial. Pero, en general, los factores más importantes para que una terapia funcione son la motivación por parte del paciente y que se establezca un buen vínculo entre éste y el terapeuta, algo que incluso puede verse favorecido con la sesión online, ya que el paciente se siente en un espacio seguro y conocido.